viernes, 14 de diciembre de 2012

¡Miren!



¡Miren la vehemencia de este gesto anonadado
por lanzarse al rescate de quien lo tiene en el olvido!

¡Miren el tamaño implacable de su venganza
que se hizo nada para darnos todo!

¡Miren la pasión con la que se humilla
para abrazar debilidades y asumir heridas!

¡Miren la furia  con la que se despoja
de su grandeza todopoderosa para buscarnos!

¡Miren la majestuosidad de su ternura
atiborrada de pobreza, de pequeñez y de simpleza!

¡Miren la intensidad  con la que esconde su brillo
en un cuerpo tan vulnerable como el tuyo y el mío!

¡Miren la alabanza silenciosa que rodea el milagro
mas maravilloso que jamás pudo celebrar el cielo!

¡Miren la gloria infinta que ha venido a nacer
para dejarse contemplar en el rostro de un niño!




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